Una mujer iba en su bicicleta cuando se dirigía a su trabajo, cuando se topó con un gatito abandonado en la calle, e inmediatamente lo metió en su mochila y
Matea se dirigía a su casa después de una jornada de trabajo, cuando le llamo la atención este gatito callejero que deambulaba sin rumbo alguno. El pequeño animalito estaba tan delgado y pequeño así que decidió llevárselo en su mochila para darle una mejor vida.
“Siempre he tenido una debilidad por los animales necesitados, y al verlo tan pequeño, caminar sin que nadie se preocupe, supe que tenía que hacer algo”
Al principio Matea se acercó con calma para no asustar al diminuto gatito sin hogar. Tan pronto lo tomó en sus brazos, el felino estaba en completa calma y parecía muy aliviado de encontrar ayuda finalmente. La mujer puso al gatito en el interior de su mochila y continuó su camino en compañía de su nuevo amigo.
Matea recuerda:
“Dormia con mi vestido recogido en mi mochila. Estaba en muy mal estado el primer dia, pero creo que finalmente entendio que podia relajarse y dormir.
Ya en casa, matea decidió llamar a su nuevo amigo Gizmo, allí le permitió continuar su sienta al interior de su mochila, donde al parecer el felino se sentía a salvo. La mujer y su novio llevaron a Gizmo al veterinario, el gatito estaba en mal estado, así que le administraron líquidos, lo desparasitaron y lo trataron contra las pulgas.
En poco tiempo, Gizmo se sintió mejor y dejó salir su dulce personalidad a flote.
“Es un conejito de Energizer; brinca, duerme tus tobillos, juega con los muchos juguetes que tiene. De vez en cuando, salta sobre mi espalda, ¡como si recordara ese paseo en mochila el día que lo encontré”
Ahora Gizmo y su madre adoptiva disfrutan del tiempo que pasan juntos y se han adaptado muy bien el uno al otro. El felino disfruta seguir a su madre por la casa en busca de caricias y mimos.
Puedes seguirlo en su Instagram de a @sara_the_ginger_cat
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