Poncho es una zarigüeya huérfana que fue encontrado a un lado de la autopista, sus posibilidades de sobrevivir eran muy pocas. Poncho era muy pequeño para valerse por sí mismo, pero gracias a una perrita llamada Hantu, el pequeño marsupial se salvó y su historia no terminó en tragedia.
Hantu, la perrita pastor alemán de color blanco, adoptó a Poncho luego de que los equipos de rescate de animales encontraron al pequeño bebé zarigüeya aferrándose al lado de su madre luego de que ella había sido trágicamente atropellada por un vehículo.
El bebé fue descubierto junto a un camino rural, y estaba en mal estado de salud. Cuando llegó a la clínica del veterinario, las posibilidades de su supervivencia eran minimas.
Hantu adoptó a la zarigüeya huérfana y le brindó cuidados como el cachorro que nunca tuvo.
El personal de la clínica amamantó a Poncho para intentar que sobreviviera, pero no tenía una madre que pudiera darle calor y cuidarlo. Hasta que Hantu decidió adoptarlo.
Como una perrita del refugio que quizás necesitaba compañía, ella empezó a cuidar más y más de Poncho, a pesar de que nunca había tenido bebés.
Los dos ahora viven juntos en Rare Species Fund. La zarigüeya y la perrita se han conectado de la manera más linda, y van juntos a todas partes. Cuando dan un paseo por el bosque, Poncho monta la espalda de Hantu, colgando de ella buscando protección.
Esta tierna historia amistad entre especies, puede servir como lección para nosotros los humanos también. El hermoso vínculo entre Hantu y Poncho es tan fuerte que puedes verlo tu mismo visitando Rare Species Fund en Carolina del Sur.
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