Esta historia nos muestra lo importante que llegan a ser los animales en nuestras vidas y el vínculo especial que logran formar sin importar su especie.
Jan Holman de 68 años, es una mujer que padece una enfermedad terminal que hasta hace poco se encontraba internada en un hospital, pero fue trasladada al Hospice of the Good Shepherd en Chester, en Inglaterra.
A pesar de recibir todos los cuidados necesarios, extrañaba mucho a sus amadas mascotas; su caballo Bob, y sus dos perritos Monty y Rowley.
Según la mujer, hasta el último día antes de ser internada, estuvo montando a Bob y aclaró que él es una parte muy importante en su vida.
Observando el estado de Jan, el personal decidió sorprenderla poniendo en el listado de visitas a sus tres amigos peludos, para lograr un lindo y único reencuentro. Luego de organizar todos los detalles, el personal del hospicio llevó a Jan hasta la puerta del patio, para darle la emotiva sorpresa.
En aquel momento, Jan pudo observar cuando se acercaba su caballo Bob, acompañado del personal del establo Thornleigh Park Farm Stables, donde vive libremente. Aunque la mujer no pudo levantarse de la cama, se notaba la felicidad en su rostro, sobre todo por tener la oportunidad de ver a Bob una vez más.
Bob no dudó en asomar su cabeza por la puerta para dejarse acariciar de Jan, se postró en su regazo y acarició su cuello. Además, disfrutó de las deliciosas zanahorias, plátanos y manzanas, que ella le dio. Estaba emocionada y su rostro se iluminó totalmente.
Jan comentó:
«Hasta hace unas semanas, todavía montaba a Bob todos los días y él es una parte muy importante de mi vida, y lo he echado mucho de menos».
Pero lo mejor del emotivo encuentro estaba por llegar, pues también llegaron sus dos perritos Monty y Rowley, quienes se quedaron junto a su cama.
Jan estaba feliz de volver a ver a sus mascotas, pues desde que fue internada en el hospital, no había tenido la oportunidad de despedirse de ellos. Pero gracias al amable personal del hospital, la señora Jan pudo disfrutar del tierno reencuentro y tomar un poco de fuerza para continuar luchando.
Jan, finalmente comentó:
«No puedo creer lo que el personal del hospicio hizo por mí».
Muchas fotografías tomadas por el personal, muestran la hermosa reunión y los momentos precisos en los que Jan compartió con sus tres amadas mascotas. Si bien, la mujer y su familia sabían que podían arreglar una visita de sus dos perros, no esperaban que les dieran la oportunidad de llevar a Bob.
Por esa razón, ella y su esposo están muy agradecidos, sobre todo porque desde que se trasladó al hospicio ha podido recibir visitas con regularidad. Sin duda, lo más importante para Jan fue poder incluir en la lista de visitas a sus dos perros y a su querido caballo Bob.
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