Una Aguja colipinta viajó desde Alaska hasta Tasmania día y noche recorriendo más de 13 mil kilómetros sin detenerse.
La limosa lapponica, mejor conocida como Aguja colipinta, habría volado más de 11 mil kilómetros sin parar. Un grupo de científicos en Alaska realizaron diferentes pruebas con animales para observar con atención el procedimiento de sus migraciones.
Este pájaro, de apenas 72 centímetros de envergadura, rompió todos los pronósticos científicos al volar durante 11 días sin descanso desde Alaska (Estados Unidos) hasta Tasmania, según reportó el medio australiano ABC.
Con un peso de 650 gramos (en los machos), la aguja colipinta cruzó la exorbitante distancia de 13, 560 kilómetros alcanzando de esta manera un récord mundial de vuelo sin escalas en aves.
Eric Woehler, coordinador de Birdlife Tasmania, sostuvo que es probable que el ave haya perdido «la mitad o más de su peso corporal» volando continuamente de día y de noche. Realizar un viaje de esta naturaleza era especialmente arriesgado para el animal, ya que la aguja no puede detenerse en el agua para tomar un respiro.
Dichos registros han sido tomados con gran admiración por toda la comunidad de investigadores. Asimismo, se supo que fueron contabilizados gracias a que el ave Aguja colipinta portó en todo momento una etiqueta satelital 5G que rastreó toda su ruta migratoria para tener la referencia.
Según precisaron los científicos, la estrategia del ave en no parar su vuelo se debió a la presencia del Océano Pacífico. Como la aguja colipinta no cuenta con las patas palmeadas a diferencia de otras de su misma especie, si se disponía a aterrizar sobre el agua, ésta no podría salir de ella tan fácilmente, dificultándose su estabilidad y aumentando el riesgo de hundirse y morir ahogada.
«Si una colipinta amerizara moriría. No tiene las patas palmeadas, no puede salir del agua»,
Explicó Eric Woehler, coordinador de Birdlife Tasmania
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