Los gatos son animales domésticos sumamente sensibles a los cambios externos. Para evitar tener un gato estresado, lo primero que hay que tener en cuenta es que los felinos necesitan un entorno sano, seguro y estimulante.
En este artículo de Tu Gato Curioso, te mostramos las posibles causas y síntomas del estrés en los gatos.
Un gato estresado es un gato que padece estrés. El estrés es una respuesta del cuerpo a situaciones que el animal percibe como posibles amenazas o riesgos.
Ante el posible peligro, el organismo del gato segrega hormonas y activa determinados mecanismos para ser capaz de resolver la situación rápidamente. Sin embargo, cuando no la resuelve y no consigue adaptarse a la nueva situación, su organismo no vuelve a su estado normal y el animal permanece estresado.
Síntomas de un gato estresado
- Desarrollo de enfermedades infecciosas y autoinmunes. Debido al estado en el que entra el animal, su sistema inmunitario se ve gravemente perjudicado y, por ende, empieza a contraer patologías de carácter infeccioso de forma reiterada.
- Pérdida de pelo mucho más notable de lo habitual, relacionada con la bajada de defensas y el aumento de nerviosismo.
- Agresividad, en mayor o menor grado.
- Estereotipias. El estado de ansiedad en el que se halla el gato hace que lleve a cabo comportamientos compulsivos y repetitivos, denominados estereotipias, tales como lamido excesivo, ingesta de tela u otros objetos no comestibles, morderse, etc.
- Pérdida de apetito y/o sed. Cuando un gato está estresado, tiende a dejar de comer, presentando una considerable bajada de peso y consecuente caída del pelo, sequedad de la piel, etc.
- Marcaje. En función del factor estresante, el felino puede empezar a marcar de forma descontrolada determinados espacios del hogar o muebles. En general, este tipo de marcaje por estrés se lleva a cabos mediantes arañados verticales, aunque también es común observar al animal frotarse constantemente con paredes y objetos.
- Cambios en sus rutinas de aseo. El estrés y ansiedad que siente puede llevar al gato a tornarse obsesivo con la limpieza, lamiéndose en exceso hasta llegar, incluso, a presentar zonas sin nada de pelo, o, por contra, descuidarla por completo, haciendo sus necesidades fuera del arenero, por ejemplo.
Causas del estrés en gatos
- La falta de enriquecimiento ambiental
- La falta o insuficiencia de areneros o comederos
- Una socialización temprana inadecuada.
- Las manipulaciones o inmovilizaciones forzadas
- Las situaciones conflictivas
- Los castigos
- La desnutrición
- El dolor y el miedo
- El aislamiento o el hacinamiento
- Los cambios de rutinas
- Las interacciones sociales bruscas o desagradables
Cosas que estresan a tu gato
- Las visitas al veterinario: El uso de transportín, que para vosotros representa seguridad y calma, pero para ellos representa encierro, inestabilidad, movimientos incómodos y ansiedad, ya que ni siquiera saben a dónde se dirigen.
- Mudanzas y obras: Cambiar los muebles de lugar, hacer obras y cambiar de domicilio representan una amenaza para la necesidad de control de estos animales. Acaban de perder el control sobre su territorio y las cosas no están como ellos las dejaron, y eso dispara su ansiedad.
- La llegada de una nueva mascota: Durante la incorporación de nuevas mascotas al hogar, estás invadiendo su territorio. Se pueden producir disputas y marcaje entre gatos, presentándose agresividad y rechazo por ambas partes.
- Petardos y tormentas: Debido al nivel de sensibilidad auditiva que poseen, cualquier sonido fuerte o inesperado puede alterar a tu gato en cuestión de segundos y, si se trata de sonidos constantes, pueden producir un deterioro de su aparato auditivo.
- Cambios en su dieta: Esto depende de lo exigente que sea tu gato con la comida.
- Los gritos y castigos: Ellos sienten que los gritos y castigos como maltrato por parte del ser humano en quien confían, sintiéndose estresados y sumamente confundidos, porque ni siquiera entenderán el motivo de tu comportamiento.
- Los viajes y paseos: Los gatos se pasean solos y van donde les plazca si les das libertad de hacerlo, pero pasearlos o sacarlos de viaje, obligándolos a cambiar de entorno, entrar en territorios desconocidos y encerrados en el trasportín no representa ninguna diversión para ellos.
Qué hacer si mi gato esta estresado
Si tu gato muestra un comportamiento extraño, no dudes en acudir a tu veterinario para que le examine y descarte cualquier problema médico.
Es recomendable que tomes medidas para prevenir el estrés:
- Genera un entorno seguro y adecuado, con espacios independientes para su tranquilidad, higiene y alimentación.
- Crea un ambiente estimulante, tanto física como mentalmente, con juegos, zonas sociales y rascadores.
- Intenta que los cambios se produzcan de manera progresiva y sin forzar y prémiale mientras aprende y se acostumbra a las nuevas situaciones.
- Si tu gato es joven, proporciónale una estimulación y socialización tempranas y adecuadas.
En ocasiones, puede que el veterinario también le recete algún fármaco para acabar con el estrés, o te recomiende el asesoramiento de un especialista en etología felina.
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