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¿Cómo afrontar el embarazo psicológico de mi perra?

Las perritas que establecen vínculos muy estrechos con la familia y una relación de excesiva dependencia son las que presentan mayor predisposición a padecer de una gestación psicológica, explica el especialista en comportamiento canino Jorge Fuset.

El trastorno se produce por un desorden hormonal relacionado con un incremento de la prolactina, que es la hormona que segregan los mamíferos cuando están en período de gestación.

Síntomas

Si la perrita comienza a mostrarse más inquieta, a tratar de cavar en el suelo y además notamos su abdomen inflamado y un incremento en el tamaño de las mamas y producción de leche es porque tiene un embarazo psicológico.

Otros signos son la preparación del nido, llantos o quejidos, pérdida de apetito, rascado del suelo y paredes o negativas a salir a pasear. También suelen tomar objetos como pelotas, juguetes o zapatos y comienzan a protegerlos como si fueran sus cachorros, sufren de inquietud, nerviosismo y en algunos casos, incluso señales de parto. Estos síntomas no tienen por qué producirse a la vez, pero cuando el trastorno es serio, es importante recurrir al veterinario

Aun cuando estos síntomas generalmente desaparecen solos, en aquellos casos en los que se presente la tumefacción de las glándulas mamarias por una excesiva producción de leche, se requiere tratamiento veterinario para controlar el desajuste hormonal y evitar infecciones.

Tratamiento

El embarazo psicológico de las perras no necesita tratamiento alguno, ya que los síntomas desaparecerán por sí solos con el paso de los días

Sin embargo, este veterinario añade que hay situaciones en las que sí es preciso, como cuando hay una excesiva producción de leche, que pueda causar a la perra mastitis o trastornos graves de conducta. El tratamiento se lleva a cabo con un grupo de medicamentos específicos denominados «antiprolactínicos«, es decir, que actúan disminuyendo la hormona de la prolactina y que deberá recetar el veterinario. En casos de que presenten trastornos de conducta graves, el veterinario le recetara ansiolíticos.

La mejor solución preventiva es la esterilización Y es que el embarazo psicológico se produce un mes y medio después del final del celo. Pero no solo eso: alrededor de un 60% de las hembras caninas pueden tener embarazos psicológicos, dicen los expertos.

¿Qué hacer?

Como los perros son animales de actitudes fijas, se puede lograr que olviden un poco su convencimiento de que están criando cachorros modificando sus hábitos del día a día.

Explica el especialista canino que es necesario cambiar la hora y lugar del paseo, así como la hora de la comida, para producir en la perra una leve situación de estrés “que hará que se olvide de lo que tiene delante y se preocupe más por su entorno”.

 

 

También se recomienda esconderle los objetos que ha adoptado como cachorros.

Asimismo, es posible que la perra se muestre muy sensible y decaída durante el embarazo psicológico e incluso después del mismo, por lo que es necesario ser especialmente cariñosos y pacientes con ella.

causas

Tras la finalización del estro (celo en perras), es frecuente que la hembra canina sufra trastornos hormonales como el embarazo psicológico o las pseudogestaciones.

Los embarazos psicológicos en perras se producen porque estos animales mantienen unos niveles hormonales equivocados o erróneos. Su metabolismo actúa como si atravesara un verdadero embarazo canino.

¿Cómo evitarlo?

Lo más recomendable para evitar un embarazo psicológico es incrementar la actividad física de la perrita apenas comience el celo, con paseos y juegos, lo que la hará mantenerse entretenida y no concentrarse en su instinto materno.

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