Los perros necesitan atención y cuidados, pero también deben aprender a estar en casa, sin la presencia de ningún miembro de la familia. En ocasiones no resulta sencillo, pero a menos que nuestras circunstancias familiares permitan que siempre haya alguien en casa, lo que no es nada habitual, nuestro perro tendrá que pasar tiempo solo, inevitablemente.
Para muchas personas, un perro solo en casa implica encontrarse todo tipo de destrozos a la vuelta, por no mencionar los aullidos, lloros, ladridos constantes, heces… no obstante, nada de esto es inevitable.
Quedarse solo en casa es algo que el perro puede aprender, como tantas otras cosas, siempre que estemos dispuestos a enseñárselo con paciencia, empatía y, sobre todo, tiempo. En este artículo de Tu Gato Curioso, te explicaremos cómo podemos evitar sufrir esta situación.
¿Qué pasa si un perro no sabe quedarse solo en casa?
Si nuestro perro no es capaz de permanecer sin nosotros en el domicilio, estaremos ante un cuadro que recibe el nombre de ansiedad por separación. Los perros que la padecen, incluso aunque no permanezcan solos más que unos minutos, desarrollan comportamientos destructivos, aullidos y lloros, hipersalivación o eliminaciones inadecuadas.
Es importante que, desde el primer momento, sepamos decirle al perro que no debe estresarse en nuestra ausencia tanto si se trata de un cachorro como de un adulto.
Si a los perros se les da poca libertad y vigilancia durante sus primeras semanas, pueden desarrollar una serie de problemas de comportamiento, como hacer sus necesidades dentro, mordisquear, escarbar o ladrar continuamente.
Consejos para hacer que tu perro se quede tranquilo cuando este solo en casa:
- En primer lugar, tenemos que dejar espacio a nuestro perro. En casa jugaremos con él y le daremos cariño, sí, pero también debe tener momentos para entretenerse por su cuenta. Prestarle atención y mimarle constantemente hará mucho más difícil que aprenda a estar solo.
- El perro no debe ver nuestras entradas y salidas de casa como momentos especiales. Si queremos que no les dé ninguna importancia, tampoco debemos hacerlo nosotros. No nos despediremos de él ni le saludaremos efusivamente; así, conseguiremos que no se ponga alerta cuando vayamos a cruzar la puerta de la calle, y que no entienda nuestro regreso a un momento de emociones positivas (y nuestra ausencia, por contraste, como algo horrible).
- Sobre esta base, comenzaremos acostumbrar al perro a nuestras ausencias de forma paulatina. Empezaremos con salidas cortas de uno, dos o tres minutos, en las que incluiremos refuerzos positivos como chucherías o la comida favorita de nuestro perro. Al volver, solo le prestaremos atención y le haremos caricias cuando se haya relajado.
- En función de cómo se comporte nuestro perro y los avances que haga, iremos ampliando poco a poco el tiempo que pasamos fuera de casa: primero veinte minutos, después treinta, cuarenta, una hora, etc.
- Si queremos comprobar cómo se comporta nuestro perro en nuestra ausencia, podemos dejar una cámara en casa. Así, nos aseguraremos de que no hay comportamientos extraños, ni desperfectos o problemas que no detectemos al volver a casa.
- Será fundamental asegurarnos de que nuestro perro está entretenido, sobre todo cuando nuestras salidas comiencen a durar más tiempo. Podremos lograrlo con una combinación de juegos que estimulen sus sentidos (esconder comida, dejarle rastros, utilizar un Kong, etc.), sus juguetes favoritos para que mastique (una rutina que también podemos enseñarle), música suave, la televisión…
- Es recomendable introducir variaciones en el entorno del perro. Si siempre le dejamos los mismos juguetes, en el mismo sitio, al final dejarán de ser estimulantes. Para evitar que se acostumbre, podemos rotar los juegos, esconderle comida en sitios distintos, plantearle situaciones cada vez más complicadas.
En cualquier caso, el perro no debe quedarse solo en casa un día entero, y mucho menos durante períodos más largos. Si no podemos evitarlo, deberemos recurrir a una persona que lo pasee, hoteles caninos u otras alternativas. Los perros son animales afectuosos y muy sociables, vinculados a sus dueños, por lo que períodos tan largos de soledad solo pueden dar como resultado todo tipo de trastornos de la conducta y problemas de salud.
GIPHY App Key not set. Please check settings