Muchos de los propietarios se niegan a realizar el procedimiento de castración o esterilización por múltiples motivos personales. Al esterilizar a tu mascota, evitarás el nacimiento camadas no deseadas, pero también podría servir para proteger algunos problemas de salud graves.
La esterilización en los perros.
Esta intervención quirúrgica consiste en la extirpación de los ovarios y el útero. Y, aunque el postoperatorio de la esterilización de la perra resulta algo molesto los primeros días, puede prevenir enfermedades graves a medio y largo plazo que debemos tener en cuenta. Sobre todo, porque esta operación podría llegar a prolongar su esperanza de vida en varios años.
Enfermedades frecuentes de no esterilizar a tu mascota
Estas son las patologías más habituales en perros no esterilizadas:
Piometría.
Es una enfermedad bacteriana del útero relacionada con el ciclo estral de la hembra donde se genera una acumulación de pus dentro del órgano. Es causada debido a un desbalance hormonal entre la progesterona y los estrógenos, por este motivo sólo las hembras «enteras» pueden presentarlo. Se puede presentar en cualquier edad, pero afecta principalmente a hembras entre los 7 – 10 años, hembras de cualquier edad en la que se realicen procedimientos anticonceptivos (inyecciones, pastillas, etc.) y es más común en perras que en gatas. En cualquier caso, debe tratarse como una URGENCIA.
– La piometría afecta, de media, al 28% de las perras no esterilizadas, con una incidencia especialmente elevada en algunas razas. Estas son las más propensas a sufrirla:
- Boyero de Berna (66%)
- Gran Danés (62%)
- Rotweiler (58%)
- Bull Terrier (52%)
- Airedale Terrier (49%)
- Cavalier y Carlino (48%)
- Collie y Basset Hound (44%)
- Doberman (42%)
- Golden Retriever (36%)
Tumores de las glándulas mamarias
Esta enfermedad es habitual en los perros no castrados, menos frecuente en los perros machos. En algunos casos es muy difícil eliminarla, sobre todo si no se elimina a tiempo. La menor exposición a las hormonas sexuales, debido a la esterilización, hace que el riesgo de cáncer de mama disminuya sensiblemente en las perras.
Quistes ováricos
Los ovarios son órganos reproductores de las hembras por lo que son encargados de la formación de óvulos y hormonas sexuales que tienen mayor presencia durante los periodos de celo. Al no esterilizar a la perra puede haber aumento de líquido o semisólido que forme un quiste, en algunas ocasiones malignos. Los quistes generan un celo persistente e irregular, además de cambios en el comportamiento.
Hiperplasia
Los machos también son propensos a tener enfermedades a causa de las hormonas del periodo de reproducción, afectando en estos casos a la próstata. La hiperplasia es el aumento de este órgano de forma natural, en algunas ocasiones benignas que pueden provocar diversos síntomas incomodos que afectan la vida de tu mascota.
Problemas de la próstata
La afectación más común en los perros machos no esterilizados se va directamente hacia la próstata, generando ya sea hiperplasia, enfermedades benignas, quistes o infecciones inesperadas.
Ansiedad
Al tiempo que pueden ser fuente de agresividad, las hormonas sexuales también provocan ansiedad en los perros, sobre todo en los machos, en los que el nivel de secreción es más constante. Eliminado los genitales, se rebaja mucho la ansiedad del perro. Es cierto que esto implica un descenso de la actividad y que puede llevar a sobrepeso, pero el mismo puede ser combatido con una dieta equilibrada y más ejercicio en el exterior. Que esté castrada no implica en absoluto que nuestra mascota no quiera jugar o pasear y correr. Simplemente estará más tranquila en casa.
Vaginitis
Tras las secreciones de sangre y flujo del celo, son muy comunes en las perras no esterilizadas, y suelen ser fuente de problemas infecciosos e irritaciones si no extremamos la higiene. Eliminando el celo, este tipo de problemas se vuelven muy raros.
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