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Galgo se ‘derrite’ cada vez que su papá intenta tomarse una foto con él.

Aunque suene un poco raro, no a todo el mundo le gusta tomarse fotos, por lo que algunos realizan una serie de muecas, tapan el lente, se mueven, o hacen mala cara para evitar ser capturados por la cámara, pero algunos como Sparky van más allá.

Sparky es un galgo italiano que parece no estar muy feliz cuando los focos de las cámaras fotográficas iluminan su rostro, y lo hace saber. Aunque su forma de expresarlo es un poco divertida, hacer la escena de una gelatina derretida es la mejor opción para expresar su descontento.

Cada vez que Kennedy Simmons intenta posar con su perro para una foto, parece que este emplea su estrategia para poder evitarlo. Si bien, convertirse en un perro sin huesos para evitar las fotos y terminar las largas sesiones fotográficas, es un poco extraño, resultó ser muy efectivo.

Kennedy comentó a The Dodo:

«Cuando me tomo fotos con él, tiene cierta tolerancia, y cuando se acaba, simplemente se deja caer, es casi como si estuviera haciendo una rabieta. Se vuelve flácido, y de vez en cuando me mira de reojo y lo hace de la manera cruel, como diciendo: ¿Ya terminamos?».

Pero, aunque parezca que todas las fotografías quedan arruinadas por su actitud, es todo lo contrario, pues se han convertido en la diversión de muchos seguidores en Internet.

Su divertida actitud hace que todas las dificultades físicas que pueda padecer queden en el olvido y continúe su vida como un perro normal. Kennedy lleva muchos años trabajando como asistente veterinario, allí es famoso por acoger perros con necesidades especiales que llegan a la clínica veterinaria.

De esta forma adoptó a Sparky, luego de que su anterior familia decidiera entregar al pequeño galgo al consultorio veterinario para que recibiera una mejor atención.

Kennedy agregó:

«Eran una gran familia, pero Sparky tuvo que someterse a una cirugía y tenían mucho miedo de no poder cuidarlo después de que se rompió una pierna».

Lo único que realmente quería su familia era un buen hogar donde le brindaran toda la atención y cuidados que necesitaba. Además, Sparky no logró recuperarse totalmente de la cirugía, por lo que tuvieron que amputar su pierna, pero esto no logró cambiar su alegría.

«Ha estado rebelde desde el primer día. Si no tienes los ojos puestos en Sparky, se mete en muchos problemas».

Lo más importante es que el perrito pudo encontrar un hogar adecuado para él, y aunque solo pesa 11 libras (aproximadamente 5 kg), vive su vida al máximo. Cuando se trata de otros perros, es muy amable y rápidamente se hace amigos de ellos, pero cuando toma confianza, le gusta mucho molestarlos.

Kennedy agregó:

«Es tan desagradable con otros perros, les muerde la cola y las orejas. Pero todos los perros terminan amándolo y son muy tolerantes con él».

A pesar de su energía, a Sparky solo le disgusta posar para las fotos, pero deja el teléfono de su dueño lleno de divertidas imágenes. Sparky es un personaje que deja contento a las personas, pero sobre todo ama a su padre y se lo hace saber cada vez que llega a casa.

A Kennedy no le importa si no puede lograr una foto perfecta, después de todo, su amor incondicional es la chispa que necesita en su vida.

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