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Golden retriever se quedó toda la noche en la Iglesia donde abandonado a que su familia vuelva.

Una noche, algunas semanas atrás, arrojaron a Chino sobre la valla de una iglesia, y lo dejaron allí. Completamente solo, el perro leal esperó a que su «familia» volviera por él aquella noche, pero nunca volvieron.

El golden retriever de 10 años tenía su pelaje maltratado y casi sin pelos por años de abandono, y su piel estaba totalmente irritada por la sarna y las pulgas. Sus ojos nublados y llenos de secreciones, y estaba tan desnutrido que le costaba caminar. A primera vista, parecía estar ciego.

Los empleados de la iglesia vieron a Chino a la mañana siguiente y supieron inmediatamente  que necesitaba ayuda. Zach Skow, fundador de Marley’s Mutts Dog Rescue en Tehachapi, California, condujo de inmediato para ver cómo estaba el viejo perro.

Mientras que Chino estaba asustado y no paraba de ladrar al comienzo, no pasó mucho tiempo antes de que se tranquilizara y se dejara acariciar por Zach.

Zach comentó a The Dodo:

«Obviamente no había sido atendido y se encontraba en un entorno donde simplemente se estancaba y empeoraba. Sus ojos estaban casi podridos, habían estado gravemente infectados durante mucho tiempo y pensamos que terminaría perdiéndolos».

Zach llevó a Chino al veterinario y descubrió que, además de las condiciones de la piel y los ojos, también estaba inmunocomprometido por años de no haber sido alimentado adecuadamente. El pobre perro tenía los dientes rotos y gastados, probablemente por masticar una valla de metal por aburrimiento.

Si bien nadie sabe nada sobre los dueños anteriores de Chino, Zach cree que es muy posible que lo mantuvieran a la intemperie y seguramente interactuaba muy poco con las personas.

Zach agregó:

«No creo que haya tenido a nadie prestándole atención durante años».

Chino pronto empezó el tratamiento de sus muchas dolencias, y después de un par de semanas, el progreso ha sido notable. Mientras que sus ojos fueron severamente dañados, parte de su visión podría restaurarse poco a poco con tratamiento y su piel se está curando más cada día.

Zach luego dijo:

«Han pasado solo dos semanas y él está actuando como un perro completamente diferente. Es juguetón, feliz y corre. Cuando lo vimos por primera vez, nunca pensamos que pudiera siquiera correr».

Chino continúa recuperándose y se espera que esté lo suficientemente sano y fuerte como para ser castrado en aproximadamente un mes. Aunque al comienzo era un perro muy temeroso, ahora se siente cómodo y amigable con todos los que conoce.

Zach agregó:

«Al principio pensamos: ‘Oh, hombre, nos está gruñendo, esto podría ser un problema, especialmente porque es mayor’. Pero él tiene un buen temperamento. Él es tu típico golden retriever».

Chino está muy lejos de la vida solitaria que alguna vez tuvo, por fortuna, nunca tendrá que volver a vivir de esa manera. Zach ya ha encontrado una nueva familia amorosa para adoptar a Chino, y pronto estará listo para irse a casa con ellos.

Zach finalmente dijo:

«Es difícil creer que las personas puedan renunciar a sus animales de esta manera. Pero por cada abandonador, somos 100 los que estamos dispuestos a contribuir y hacer progresos para nuestras mascotas sin hogar».

Para apoyar a este grupo de rescate con el cuidado de Chino, puedes apoyar dando una donación a Marley’s Mutts Dog Rescue.

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