Rottens
Una gatita llamada Ichimi al nacer se enfrentó a una difícil situación porque fue abandonada por su madre apenas nació, dejándola totalmente sola y vulnerable, sin nadie que cuidara de ella; es muy feo estar solo en el mundo y más aun cuando recién estas conociéndolo, no conoces lo malo que puede ser cuando te encuentras con algún enfermo o depredador en este caso. La maldad siempre abunda por todos lados pero Ichimi siendo una bebé la vida la sorprendió porque un perro Golden Retriever llamado Ponzu y su dueña Jesse, la acogieron en su hogar como un miembro más de la familia, ofreciéndole amor y la protección que se merecía.
Ponzu se encariño bastante con Ichimi, la gatita llega a su vida tras fallecer su anterior compañera, otro felino con la que también tenía una bonita relación. Ponzu cuidaba como si fuera aquel compañera que tuvo antes, tenía miedo en perderla a Ichimi, por eso siempre anda de arriba a abajo con ella; no cabe duda que el amor entre perro y gato son visibles más aun cuando el ambiente está lleno de mucho amor.
Los dos salieron beneficiados en esta unión porque ella encontró a un papá que la cuidara por toda su vida, y él a una nueva compañera a quien demostrar su cariño. Las fotos son las pruebas que realmente se quieren mucho, y que se ayudaran uno al otro por siempre.
Con esta linda historia de una gatita abandonada que fue adoptada por un perro definitivamente los animales nos enseñan siempre de cómo debemos actuar en esta vida, la familia es lo más importante porque ellos estarán contigo cuando estés tocando fondo; que nos sirva de ejemplo esta historia, y podamos ser más caritativo con los demás.
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