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La Leishmaniosis en perros: Causas, síntomas, tratamiento y prevención

¿Qué es la Leishmaniosis?

La Leishmaniosis es perros es una enfermedad infecciosa causada por el parasito protozoo Leishmania infantum y por la respuesta del organismo del perro ante esta infección parasitaria.

Síntomas:

Los síntomas pueden variar considerablemente al depender de la respuesta inmunológica del paciente.

Los signos más comunes de leishmaniosis en perros son:

  • Pérdida de pelo especialmente alrededor de la cabeza y ojos, orejas y nariz
  • Heridas en la piel que no cicatrizan
  • Crecimiento excesivo de las uñas, que se vuelven largas, curvadas y frágiles
  • Cojera
  • Insuficiencia renal (en fases avanzadas y graves)
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
  • Incremento del consumo de agua
  • Bultos en la piel
  • Descamación
  • Inflamación de párpados
  • Pérdida de apetito
  • Fiebre
  • Apatía y letargia
  • diarrea
  • Vómitos
  • Pérdida de peso no ligada a una reducción en el consumo de alimentos

 

¿Cómo se transmite?

Es transmitida por el flebótomo, un insecto volador similar al mosquito que adquiere el parásito leishmania infantum, causante de la enfermedad, al picar a otro ser vivo infectado.

La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica, por lo que puede transmitirse de animales a seres humanos si un flebótomo portador del parásito nos pica, si bien en humanos no causa efectos tan graves como en animales.

Asimismo, pese a ser extremadamente poco frecuentes, se ha registrado la transmisión de la leishmaniosis por otras vías como transfusiones de sangre, mordeduras de perros infectados o a través de la placenta o por relaciones sexuales.

¿Cómo se diagnostica la Leishmaniosis?

  • Test rápido que detecta la presencia de anticuerpos anti-leishmania. La ventaja es que el resultado es inmediato. Si es negativo, se puede aplicar la vacuna en la misma visita. Puede haber falsos negativos.
  • Visualizar el parásito al microscopio en una muestra de citología, obtenida por punción de un ganglio o de una lesión de piel. Si es positiva, ya tenemos el diagnóstico, pero es una prueba poco sensible y no verlos no significa que no los haya.
  • Pruebas cuantitativas de anticuerpos frente a Leishmania por técnicas de Inmunofluorescencia indirecta y por ELISA. Son las más usadas para diagnóstico y controles posteriores de los pacientes infectados y enfermos.
  • Detección de ADN del parásito en muestras de médula ósea, conjuntiva, piel, ganglios, bazo, etc. Es la prueba más sensible pero que sea positivo solo significa que está infectado, no necesariamente que sea la causa de los signos clínicos que presente ese animal.

¿Cómo se trata la Leishmaniosis?

Lo primero que hará su veterinario es averiguar en que fase está la enfermedad para conocer el grado de afectación de su mascota, así podrá proponer el tratamiento más adecuado en cada caso. También se estudiará la disponibilidad que usted tenga para cumplir el tratamiento.

En general, se usa la combinación de varios fármacos que actúan sinérgicamente para disminuir la carga parasitaria y facilitar que el paciente recupere una respuesta inmune eficiente.

 

 

Medidas de prevención 

  • Aplicación de repelentes: se utilizan en perros que viven en zonas endémicas o que van a viajar a zonas endémicas y consiste en la aplicación de insecticidas tópicos de larga acción que se colocan en la piel del perro en forma de collar.
  • Vacunación: es de especial interés para perros que viven en zonas endémicas. No previenen la infección, pero sí reducen el riesgo de progresión de la enfermedad y la probabilidad de desarrollar signos clínicos.
  • Potenciar la respuesta inmunitaria del perro: Su función es potenciar el tipo de respuesta inmunitaria que protege a nuestra mascota de esta enfermedad.
  • Test serológicos: Se deberían de realizar al menos dos veces al año para detectar de modo temprano la enfermedad y así poder instaurar un tratamiento adecuado a cada caso de modo precoz.

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