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El centro de rescate Twinnies Pelican and Seabird Rescue en Australia, tiene unos residentes muy especiales, se trata de una pareja de pelícanos que esperaron por casi seis años ser padres y están notoriamente emocionados cuando finalmente observan cómo eclosionó un huevo.
El Sr. Percival y su pareja, durante años han anidado y cuidado sus huevos con la esperanza de tener crías, pero por más de 6 años ninguno eclosionó. Todo cambió cuando sus cuidadores dejaron en su nido el huevo de otro pelícano, según informa The Dodo.
El centro de rescate compartió en su cuenta de Facebook:
«El Sr. Percival nunca ha dejado de intentar tener un pollito pelícano. Sentimos tanta pena por él porque es muy triste cuando ha visto a los demás a su alrededor ver crías de pelícanos. Así que hicimos algo increíble por él porque queríamos hacerlo realmente feliz esta vez».
Los pelícanos australianos viven en colonias, y se encuentran principalmente en grandes extensiones de aguas abiertas sin una densa vegetación acuática, pueden poner entre 1 y 3 huevos al año. Los polluelos están desnudos cuando nacen, pero rápidamente se vuelven grises por las plumas que crecen y cubren su cuerpo.
Cuando por fin el huevo adoptivo del Sr. Percival eclosionó, todos estaban expectantes de su reacción; los dos pelícanos esperaron años por este momento.
El personal del centro de rescate compartió en sus redes sociales:
«El Sr. Percival estaba orgulloso. Nos hizo llorar. Como puede ver, él y su pareja están enamorados de su polluelo pelícano recién nacido».
El pelícano ha demostrado ser un padre muy atento y orgulloso de su polluelo, y comparte las responsabilidades de crianza con su pareja. Los cuidadores están totalmente felices, y dicen que el pequeño está creciendo sano y su padre cuida de él todo el tiempo.
Sus cuidadores tienen un gran vínculo con el Sr. Percival. Ellos han visto toda su evolución desde hace 18 años cuando lo rescataron en Chambers Island en Maroochydore, Queensland. Solía enredarse entre líneas de pesca y anzuelos y siempre requería ayuda.
Un día, el ave perdió una de sus alas por una grave lesión, así que los cuidadores tramitaron los permisos requeridos para trasladarlo al santuario. Su vida ha dado un gran giro, y ahora con la paternidad, el Sr. Percival está muy feliz; tiene todo lo que ha deseado siempre.
El refugio finalizó:
«Su comportamiento es simplemente asombroso- [Él] ha estado hablando mucho con nosotros, ya que sabe que nosotros también estamos muy felices. Este es el verdadero amor por nuestro Sr. Percival».
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