Perder a una mascota es un dolor que atraviesa el corazón, y eso lo sabe muy bien Lola, una perrita que tuvo que despedirse de su mejor amiga y hermana, Lacy. Aunque la ausencia se siente todos los días, la familia ha encontrado formas tiernas de mantener vivo su recuerdo. Para ellos, Lacy siempre será parte del hogar.
Una amistad que nació poco a poco
Cuando Lola llegó a la familia, Lacy ya tenía 10 años y no estaba muy emocionada por compartir su título de “la única perrita de la casa”. Gruñiditos iban y venían, pero Lola jamás se rindió. Con paciencia, amor y una devoción enorme por su nueva hermana, terminó derritiendo su corazón.

Alli Trent, mamá de ambas perritas, contó a The Dodo:
«Lacy le gruñía, pero Lola siempre fue muy paciente con ella. Estaba obsesionada desde el primer día. La seguía a todos lados y quería dormir donde ella dormía».
Después de cuatro años llenos de juegos y cariño, la salud de Lacy comenzó a deteriorarse. Lola, fiel como siempre, no se despegó de su lado. La cuidó en todo momento y mostraba preocupación con cada tos de su amiga.

Alli recuerda:
«Lola siempre la cuidó. Era lo más dulce de ver».
La despedida que Lola no esperaba
Lola no estuvo presente cuando Lacy cruzó el puente del arcoíris, pero pronto entendió que su hermanita no regresaría. Un día, la familia colocó la camita y los juguetes de Lacy en un estante especial. Al verlos, Lola fue directo hacia ellos intentando tomarlos, como si quisiera jugar una vez más.
Después comenzó a caminar por toda la casa buscándola… pero no la encontró. Su tristeza fue evidente, y eso rompió aún más los corazones de su familia.
Un cuadro que guarda recuerdos y amor
Para honrar a Lacy, Alli decidió encargar un cuadro con su foto. Cuando llegó por correo y lo colocó en la sala, algo hermoso ocurrió: Lola se acercó de inmediato.

Alli cuenta:
«Simplemente no podía dejar de mirarla y mover la cola».
Lo más sorprendente era que Lola nunca había prestado atención a la decoración de la casa, pero esta vez fue diferente. Parecía reconocer la imagen… como si supiera que se trataba de su mejor amiga.
“¿Dónde está Lacy?”: la respuesta que conmovió a todos
Una noche, mientras la familia conversaba sobre Lacy, Alli miró a Lola y le preguntó:
“¿Extrañas a Lacy?”
Luego añadió:
“Yo también…”

Decidió seguir haciéndole preguntas y dijo: “¿Dónde está Lacy?”.
En ese instante, ocurrió algo mágico.
Alli escribió:
«Ella me miró, inclinó la cabeza… y de pronto corrió al sofá, saltó al brazo, acercó su nariz a la foto y movía la cola como si realmente estuviera viéndola a ella».
En ese momento todos se emocionaron. Lola había dejado claro que, aunque Lacy ya no esté físicamente, su amor sigue intacto.
Un recuerdo que trae paz
Alli comenta:
«Creo que Lola sabe que Lacy ya no llegará a la puerta y que esa foto es nuestra Lacy ahora».
Hoy en día, Lola se ha convertido en un gran apoyo para su familia. Da cariño, compañía y consuelo, como si intentara sanar el vacío que dejó su hermana. Y cada vez que mira la foto de Lacy, parece encontrar un momento de tranquilidad, como si ese pequeño retrato le recordara que su amiga sigue con ella, de alguna manera.
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