Los perros han sido compañeros de los humanos desde hace mucho tiempo, pero a veces no se les trata como tales. Entonces, estos perros tienen que cuidar de sí mismos buscando comida o confiando en la bondad de otras personas.
Lamentablemente, este perro no tiene muchos lujos. Lisa Arturo y Lisa Chiarelli, de Big Love Animal Rescue, recibieron una llamada de una mujer que había encontrado a un perro paseando por su barrio. El perro no era agresivo y tan solo intentaba encontrar comida.
La mujer expresó su preocupación, diciendo que la gente de su barrio suele lanzar piedras al perro para perseguirlo o asustarlo. Pensó que llevaba mucho tiempo viviendo así y que no merecía seguir sufriendo.
Tras responder el llamdo, las rescatistas no perdieron el tiempo. De inmediato se dirigieron al barrio y juntaron comida, agua y cajas. Luego recorrieron los patios traseros y los callejones en busca de alguna señal del perro.
Luego de una larga espera y búsqueda, el perro no aparecía por ninguna parte. Rastrearon la zona en busca de alguna señal del indefenso perro, pero no tuvieron suerte. Justo cuando estaban a punto de perder la esperanza, decidieron prepararse para el día siguiente por si volvía a aparecer.
Como estaba previsto, a la mañana siguiente recibieron una llamada de la mujer, diciéndoles que el perro estaba ahora en su entrada. Las rescatistas no perdieron tiempo y se dirigieron inmediatamente al lugar.
Lo encontraron acurrucado en una manta cuando llegaron. Habían previsto la posibilidad de que intentara huir, pero el perro tenia un carácter amable y el momento fue conmovedor.
El perro estaba tan abatido que no protestó en absoluto. Parecía que quería que las dos mujeres hicieran lo que quisieran con él: solo quería ceder. Con caricias suaves consolaron su rostro, susurrándole palabras para asegurarle de que todo iría bien.
Las voluntarias llevaron al perro al veterinario, donde lo revisaron y asearon. Tuvieron suerte de llegar a él cuando lo hicieron, los resultados de las pruebas mostraron que necesitaba toda la ayuda posible.
Este tierno perro fue puesto en un refugio, lo que le dio la mejor oportunidad de rehabilitación en ese momento. Por suerte, fue adoptado en poco tiempo por una pareja, después de conocer su historia.
El perro tuvo una increíble transformación en su nuevo hogar. Le dieron amor, paciencia y una sensación de seguridad muy necesaria. Con el tiempo, ganó peso y se convirtió en un hermoso perro con una personalidad aún más bonita.
Esta historia es la prueba de que, por muy grave que parezca la situación, siempre hay algo bueno esperando a ser descubierto.
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