Es frecuente que los gatos emitan fuerte ruidos durante el acto de apareamiento. La mayoría suele pensar que es por el dolor que sienten, pero en realidad es motivo es otro. Descubre la verdadera razón.
El apareamiento de los animales varía según la raza, clase y orden a la que pertenece cada uno. En el caso de los gatos, es usual que las hembras griten exageradamente cuando son penetradas. Esto ha generado que muchas personas relacionen este fuerte ruido que hacen las gatas con algún tipo de dolor o malestar, pero en realidad existe una explicación profesional sobre este comportamiento.
Para comprender mejor esta particularidad de los gatos, es necesario conocer los factores que están involucrados.
Según la veterinaria Mariana Castanheira, en la gran mayoría de casos, las gatas se aparean con un macho felino cuando se encuentran en periodo de celo.
Este escenario produce que las felinas hembras alteren demasiado su comportamiento y quieran que otro animal las apareen, se explica en el artículo publicado por la profesional en el portal Experto Animal.
De igual manera, para realizar este acto, las gatas se colocan en posición de lordosis, que significa tener el vientre en el suelo y levantando el perineo, lo cual facilita que la otra parte pueda penetrar mejor.
Entonces, con esta situación de riesgo para las gatas y el miembro espinoso del macho, se genera un ambiente intenso, pero no doloroso. En comparación de lo que muchos pueden creer, la fricción de estas espinas no duele en el acto, sino que sirve para estimular la ovulación felina, a través del estímulo neuroendocrino que provoca una descarga hormonal.
La verdadera razón sobre por qué las gatas gritan y hacen mucho ruido cuando se aparean se debe a que la conducta de una gata al estar en celo es dramática y agresiva, por lo que, al estar en éxtasis, involuntariamente proceden a gritar sin control.
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