Como dueño de un gato te habrás dado cuenta que ellos son extremadamente limpios y pasan la mayor parte del tiempo acicalándose su pelaje con repetidos lametones.
Este comportamiento no responde únicamente a una cuestión higiénica. Los gatos, al lamerse, liberan una serie de endorfinas (hormonas positivas), que les producen un efecto calmante y placentero, pero detrás del acicalado felino se esconden también motivos tan interesantes como eliminar olores para no ser descubiertos por posibles depredadores, marcar su territorio
Los gatos al acicalarse se hacen una especie de automasaje con efecto antiestrés y antidepresivo, lo que les ayuda a mantener bien arriba su equilibrio emocional. También activan la circulación sanguínea, eliminan parásitos y reparten los aceites esenciales presentes en su piel por todo el pelaje, haciendo que este esté en perfecto estado.
¿Por qué mi gato se lame tanto?
Cuando un gato se lame mucho debemos saber que su lengua es áspera, por lo que un lamido excesivo acabara por causar calvas, pueden llegar a ocasionar malestar e irritaciones en sus patas, lomo o barriga. Los motivos pueden ser varios, tanto de índole patológica como psíquica.
Los gatos se acaloran con facilidad en la época veraniega y el humedecimiento de su pelaje se incrementa, y al no tener glándulas sudoríparas por todo el cuerpo, la única solución consiste en lamerse repetidamente el pelo y depositar tanta saliva como sea posible para evaporar el sudor de su piel.
Pero si existe un peligro inherente a dicha insalivación de su pelo. Los gatos hacen la muda y aquellos que tiene pelaje largo, rápidamente acumulan muchos pelos en sus conductos alimenticios, y así se les forman unas bolas de pelo que les originan obstrucciones. Por lo general, estas bolas se vomitan de forma natural sin causar ningún trastorno, pero si son demasiadas grandes pueden convertirse en un serio problema
Causas
- El aburrimiento
- La ansiedad o estrés
- Enfermedades como la cistitis
- Alergia
- Presencia de parásitos (pulgas, garrapatas o ácaros)
Cuando se trata de una cistitis, tu gato reaccionará al malestar lamiéndose el estómago y las patas. Si detectas este comportamiento, es importante que observes si además muestra dificultad para orinar, o si en la orina que deposita en su arenero existen manchas de sangrado.
Consejos
- Pasar más tiempo con él.
- Proporcionarle juguetes que puedan despertar su curiosidad y entretenerlo.
- Facilitarle espacios altos a los que puedan acceder.
- Facilitarle de un buen rascador de varios pisos.
- Adminístrale un alimento específico para pieles sensibles que le proporcione nutrientes con efecto antiinflamatorio natural, y las vitaminas necesarias para mantener una piel y pelaje saludables.
Por último, si tu gato continúa lamiéndose en exceso, es importante que te pongas en manos de un veterinario especialista en comportamiento felino para que evalúe la situación, y te facilite otros parámetros para su correcto tratamiento.
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