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¿Qué debo hacer si mi  gato tiene comportamiento agresivo?

La agresividad en gatos es un comportamiento alterado que se manifiesta de forma violenta. Puede ocurrir en contextos variados y deberse a causas muy diversas. Por suerte existen tratamientos y recomendaciones para prevenir este tipo de conductas.

Según algunos estudios, la agresión  es el segundo problema de comportamiento  felino más común. En este artículo de Tu Gato Curioso, te contamos cómo hacer frente a un gato agresivo.

¿Por qué un gato es agresivo? 

Si tu gato no suele ser agresivo pero ha reaccionado de forma violenta, puede ser debido a diferentes causas:

  • El gato está protegiendo su territorio o a si mismo porque se siente amenazado o con miedo. En estos casos es importante respetar su espacio e intentar mejorar su confianza con nosotros mediante golosinas y palabras amables.
  • Puede ocurrir que, después de una larga aventura, tu gato se haya lastimado. También ante una enfermedad, es habitual que los felinos se muestren ariscos. Esa es su forma de expresar su incomodidad o dolor.
  • Finalmente, y no por ello menos importante, el aburrimiento, la falta de actividad y el confinamiento pueden ser las causas de un carácter impredecible y agresivo.

Tipos y causas de agresividad en gatos

Cada gato agresivo puede manifestar esta conducta de forma diferente. Algunos gatos emiten bufidos o vocalizaciones intensas. Otros prefieren huir, esconderse o, directamente, atacar. Por eso, es necesario analizar cada caso para distinguir las causas de la agresividad y establecer un plan de actuación.

Por norma general, estos tipos de agresividad pueden dirigirse, o bien hacia otros gatos, o bien hacia las personas. Esto dependerá del tipo de gato agresivo al que te enfrentes.

Agresividad por causa orgánica:

Diferentes patologías o alteraciones en el organismo del gato pueden provocar una conducta agresiva. Entre ellas:

  • Lesiones en la boca.
  • FLUTD, la enfermedad del tracto urinario interior felino.
  • Lesiones en los músculos o huesos, como un traumatismo o la artritis.
  • Enfermedades endocrinas, como el hipertiroidismo o la encefalopatía hepática.
  • Tumores intracraneales o enfermedades neurológicas o neurodegenerativas.
  • Enfermedades víricas como la inmunodeficiencia felina.
  • De forma general, aquellas enfermedades que provoquen dolor y malestar en el gato.

¿Qué debo hacer si mi  gato esta agresivo?

  • Ante todo intentar mantener la calma y separar las manos de la forma más suave posible, sin sobresaltos.
  • Responder con un ¡No! firme cuantas veces sea necesario hasta que el felino haga la conexión entre los tres comportamientos: agredir – separar – rectificar.
  • Recuerda que el gato es un ser vivo y que tiene una personalidad propia y un lenguaje definido. En muchas ocasiones el bufido o los arañazos son una forma simple de pedirnos que le dejemos en paz.
  • Evita ver directamente a los ojos del gato, ya que esto es una señal de un desafío agresivo.
  • Si el gato está obsesionado con una cosa específica, trata de romper su contacto visual. Pon algo entre el gato y aquello que lo vuelve agresivo.
  • Aprender a comunicarte con él, y lo más importante, respetarlo, es una buena forma de ayudar a calmar a un gato agresivo.
  • Si el gato está en tu regazo cuando se vuelve agresivo, levántate para que se caiga de ti. Después aléjate rápidamente de él.
  • Distraer al gato de su propia agresividad es en ocasiones una herramienta positiva. Cuando el gato inicie cualquier actitud violenta lo mejor será redirigir su atención hacia algún juguete que le guste mucho. Puedes lanzarlo y verás como la mirada y la atención del felino se dispersará un poco.
  • Otra opción también es mojar tus dedos y chispear a tu gato con un poco de agua. No obstante, se acertivo con ese tipo de acciones pues tampoco queremos que el gato se lo tome a modo de provocación y que lo incite a atacar. La mayoría de los gatos no reaccionan a menos que se sientan acorralados o provocados.
  • Prueba lanzarle una sábana y que caiga sobre él. El gato se sentirá un poco apartado de toda la situación y la tensión; al mismo tiempo que lo tomará como un juego. Esto debe darte la oportunidad de sacar al otro animal de la situación, (si es que lo hay).
  • Abre una lata con su comida favorita, el rico olor podrá más que su enfado. Colócala en un recipiente, déjala ahí y apártate; dale su tiempo y espacio.
  • Nunca le pegues a un gato. Un gato agresivo necesita tu ayuda y no que añadas más agresión a la situación.

Consigue ayuda profesional:

Acepta con paciencia que tu gato podría tener actitudes violentas de vez en cuando pues no estará de acuerdo con todo siempre (sigue siendo un animal). Lo necesario aquí será reducir el nivel de agresividad y que no llegue a un grado extremo.

Si el gato sigue siendo agresivo, haz que evalúen al gato para ver si tiene problemas de salud. En algunos casos, la causa de la agresividad del gato puede ser un problema de salud subyacente. Si tu gato se siente enfermo, podría actuar con agresividad para hacerte saber que está enfermo.

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