Un gato puede mostrar picos elevados de actividad que lo llevan a saltar, correr a gran velocidad o trepar sin aparente control. Esas explosiones de energía descontrolada al cazar o maullar más de los normal puede hacerlo que sea un gato hiperactivo.
Si tu gato no para quieto ni un instante, muerde, araña, destroza las cortinas con sus garras, tira objetos, o hacen jirones los cojines, es que tiene un problema de hiperactividad.
¿Qué es la hiperactividad en el gato?
Para determinar si tienes un gato hiperactivo, lo primero debes hacer es observar cuál es el nivel de actividad normal de tu gato. Es decir, debes conocer sus patrones generales de conducta. Si el nivel de actividad es de realmente excesivo o anormal, te darás cuenta.
Lo primero que vamos a hacer es definir son los ritmos de actividad de los felinos. Además, debes tener en cuenta que las conductas naturales de los gatos pueden variar según la raza, edad, temperamento, salud o estado emocional.
¿Cuándo la hiperactividad es un problema?
La hiperactividad comienza a ser un problema cuando afecta la vida normal de un gato y le produce ansiedad y estrés; ese es el momento en que se debe de buscar ayuda profesional
Lo primero, como siempre, es descartar una patología de origen físico, es decir, hay que acudir al veterinario para una revisión, especialmente si la hiperactividad surge de repente, habiendo sido el gato tranquilo hasta el momento, y se acompaña de pérdida de peso aunque aumente la ingesta de agua y comida.
Es sabido que trastornos de la glándula tiroides (hipertiroidismo) pueden provocar una actividad exagerada, de forma que el gato presenta dificultades para permanecer quieto. El diagnóstico se realiza por palpación de la glándula en el cuello (estará agrandada) y/o midiendo las hormonas tiroideas a través de una analítica de sangre.
¿Cómo puedo calmar a un gato hiperactivo?
Los gatos hiperactivos es muy probable que sean así siempre, ya que ése es su carácter, su personalidad. Lo único que podría hacerles cambiar un poco sería la vejez, pues a medida que pasan los años, el cuerpo se desgasta y la energía se va perdiendo.
Consejos para calmar a un gato hiperactivo
- Es recomendable enseñarle a pasear con arnes o correa para poder sacarlo a dar una vuelta.
- Enseñarle a no jugar con las manos ni con los pies. Para ello cada vez que nos arañe, detendremos el juego inmediatamente.
- Hazle sentir seguro, hablándole se calmaran.
- Juega con él todo el tiempo que puedas.
- Busca un compañero felino, esto puede ser una solución para que tu gato queme energía.
- Procura que tenga rascadores y juegos que le ayuden a calmar su energía y alcanzar la calma.
- Adapta tu casa para tu gato hiperactivo poniendo estantes envueltos con cuerda rafia colocados en diferentes alturas, le servirán para afilarse las uñas y de paso para controlar lo que pasa a su alrededor.
- Prueba flores de Bach siempre con la recomendación de un veterinario especializado, siempre tras una revisión del gato.
- Utiliza un pienso específico y premios, en el mercado podrás encontrar alimentos que contienen sustancias calmantes que pueden ayudar a relajar a nuestro gato hiperactivo.
- Medicación, si estamos ante un caso muy grave es posible emplear fármacos como ansiolíticos que siempre tienen que ser necesariamente prescritos por un veterinario
Para tener una buena convivencia con tu mascota, es necesario que comprendas y te adaptes a sus necesidades primarias. Pero, si observas que su conducta se altera y no te parece normal, consulta a tu veterinario para descartar que convives con un gato hiperactivo. Y si fuera así, ponte en sus manos para ayudar a tu gato a encontrar la calma.
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