El atragantamiento es uno de los accidentes más desagradables (y por desgracia inevitables) que pueden ocurrir. El simple acto de comer puede ser el detonante de tan indeseable situación.
El animal tose con fuerza y, aunque trata de expulsarlo, no lo logra: cada vez le cuesta mayor trabajo respirar. ¿Qué hacer? En este artículo de Tu Gato Curioso te diremos como es que debes actuar.
¿En qué consiste el atragantamiento?
Un atragantamiento consiste en la obstrucción total o parcial de las vías respiratorias por un elemento extraño, siendo lo más habitual el atragantamiento con comida. Esta obstrucción dificulta o imposibilita la entrada de aire a los pulmones.
- Cuando la obstrucción sea parcial y el aire, aunque con dificultad, fluya hacia los pulmones, no se considera una emergencia, aunque habrá que actuar.
- Por el contrario, si la obstrucción es total y no existe respiración, la actuación es necesaria e inmediata, ya que la vida del animal corre peligro inminente.
1.- Si un perro o gato se atraganta:
Lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Luego es tratar de relajarle, y no meter la mano en su boca
Cuando un perro o gato se ha atragantado el primer paso es no aumentar aún más la ansiedad del animal «Si el perro se pone nervioso, respirará más fuerte, y la inhalación del aire provocará que el objeto que ha tragado se introduzca todavía más en su aparato respiratorio», explica Marisol Cuenca, del Colegio de Veterinarios del País Vasco.
Las caricias, utilizar un tono de voz tranquilo y las palabras amables son buenos aliados para tratar de calmar al perro o felino que se atraganta.
2.- No meter la mano en la boca del perro que se asfixia
Un perro o un gato que se atraganta porque algún fragmento ha quedado atrapado en su tráquea tiene mucha dificultad para respirar. «Si metemos la mano en su boca con la intención que extraer el pedazo aún bloquearemos más la entrada de aire», añade la veterinaria.
Introducir la mano en la boca del animal que se asfixia tiene otro problema añadido: puede mordernos, ya que es normal que el perro o gato sienta dolor.
3.-Levantar las piernas traseras o maniobra de Heimlich
La clave para ayudar a un can o felino que se atraganta por culpa de un objeto es tratar de que abra su aparato respiratorio. Pero, ¿Cómo conseguirlo?
La maniobra Heimlich en perros y gatos consiste en levantar las patas traseras, para favorecer la salida del objeto que le asfixia
Hay que levantar las patas traseras del animal y agarrarlas entre nuestras piernas, con ayuda también de los brazos (como si se tratara de un abrazo). De este modo, el tercio trasero del perro o gato quedará levantado. El animal debe adoptar una postura similar a la de hacer el pino, aunque no hace falta que el perro quede en una posición del todo vertical.
Esta operación es una adaptación de la conocida como maniobra de Heimlich en humanos. Y la finalidad es similar: trabajar a favor de la gravedad. De este modo, será más sencillo que el objeto que atraganta a nuestro peludo amigo caiga por sí mismo -o con algo de ayuda- al suelo.
En algunas ocasiones, los propietarios de canes pequeños o de gatos intentan hacer una versión particular de esta maniobra Heimlich. La adaptación consiste en sostener en brazos al animal -como si fuera un bebé humano- y abrir sus patas delanteras para favorecer el espacio en sus vías respiratorias.
Sin embargo, esta operación no siempre tiene buenos resultados: el animal puede ponerse nervioso al sentir que pierde el contacto con el suelo. Entonces, respirará fuerte y empujará hacia dentro el objeto que le asfixia.
Entonces ¿Qué hacer? Actuar del mismo modo que en perros grandes: colocar al animal con las patas traseras levantadas, en posición de hacer el pino.
4.- Presión para sacar el objeto: solo para manos expertas
La maniobra de Heimlich puede ser suficiente para ayudar al perro o gato a expulsar el objeto que provoca su asfixia. El animal toserá, y ese fuerte impulso de aire suele empujar el fragmento atascado fuera de su cuerpo.
Una presión seca con nuestras manos también puede ayudar a lograrlo. Para ello, hay que localizar el final de la caja torácica del perro y abrazar con una presión seca. Sin embargo, esta maniobra no está exenta de peligros: unas manos inexpertas en primeros auxilios para perros o gatos pueden tener dificultades. Si se aprieta el estómago del animal, el abrazo resultará ineficaz e incluso peligroso.
Si el animal además acaba de comer, es probable que esta presión le provoque vomito con consecuencias poco recomendables: la expulsión de comida bloqueará todavía más las vías respiratorias del perro o gato, y le hará más complicado respirar.
Por eso, sin experiencia en primeros auxilios para mascotas, lo correcto es mantener las patas traseras del perro o gato levantadas, sin más. Y tratar de relajar al animal todo lo posible (con palabras cariñosas). Con algo de suerte, el objeto saldrá expulsado por sí mismo.
5.- Pedir ayuda a un veterinario
En la mayoría de las ocasiones, la visita al veterinario no es una opción ya que se disponen de escasos minutos para actuar. Como siempre es mejor estar preparado.
Cuando hay dos personas en casa para socorrer al animal que se ahoga, la opción más segura es que una ayude al perro o gato mientras que otra llama al veterinario. El médico canino o felino sedará al animal, con el fin de relajarle. Después, con ayuda de unas pinzas veterinarias, podrá sacar el objeto o restos de fragmentos que permanezcan en la tráquea del animal.
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