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La mordedura de un gato puede llegar a ser más peligrosa de lo que muchos creen.
En comparación con los dientes de los perros, los de los gatos son muy largos, delgados y puntiagudos. Además, los colmillos presentan una ligera curva. Si se produce una mordida de gato, los dientes del animal penetran muy hondo en el tejido de la víctima. Esto puede dañar enormemente estructuras anatómicas importantes, como tendones, músculos, vasos o nervios.
A diferencia de una mordedura de gato, una herida causada por una mordedura de perro es más superficial y está más repartida. Aunque el daño tisular suele ser más grave, este se detecta antes y, por tanto, se puede tratar más rápido.
Los últimos datos que brindó el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) de Reino Unido generaron consternación. Según la entidad de salud, el 80% de las mordidas de los gatos en las manos se infectan y en caso de no tratarse en forma adecuada y rápida esas infecciones, pueden causar discapacidad permanente o incluso amputación de los dedos.
Estadísticas del Reino Unido apuntan que los perros son los responsables del 90% de las mordeduras registradas de animales a seres humanos. Sin embargo, las heridas causadas por los gatos tienen el doble de probabilidades de infectar, no por la higiene del animal, sino por la anatomía de la mordida.
¿Cuáles son los síntomas de la mordedura de gato?
Las mordeduras de gato no suelen detectarse directamente debido al pelo o a las plumas de la víctima. Así pues, los animales heridos presentan principalmente otros síntomas:
- El dolor puede provocar menos ganas de moverse, cojera o partes inmóviles de algunas extremidades. Algunos animales también gritan de dolor.
- Se vislumbran restos de sangre superficiales.
- Signos de inflamación, como hinchazón, rojeces y pus.
- Las lesiones en los nervios pueden tener consecuencias motoras (p. ej., parálisis) y sensitivas (p. ej., hipersensibilidad o falta de sensibilidad excesivas).
- Una septicemia bacteriana se manifiesta con un estado general mermado, fiebre y una ingesta de alimentos reducida.
- Los síntomas del tétanos son convulsiones constantes y tensiones musculares tónicas.
- Incluso las mordeduras de gato más ínfimas pueden acabar con la víctima sin que se detecten.
¿Por qué son tan peligrosas las mordeduras de gato?
La herida de una mordedura de gato suele infectarse porque los dientes dejan muchos gérmenes en el extremo de la herida. Dado que el paso que se forma es muy estrecho y profundo, las bacterias pueden reproducirse debido al calor y la humedad. Estas bacterias incluyen particularmente los gérmenes ambientales, que normalmente se encuentran en la boca del gato. Si estos penetran en el torrente sanguíneo de la víctima, pueden llegar a todo el cuerpo y provocar una septicemia mortal. Además, un mordisco de gato puede causar enfermedades infecciosas peligrosas, como el tétanos (bacteria Clostridium tetani) o la rabia (virus homónimo). El riesgo de infección por una mordedura de gato es altísimo, porque las marcas a menudo no se ven los primeros días.
¿Qué se puede hacer contra una mordedura de gato?
Si tu gato, perro u otro animal presenta signos de un ataque felino, examínale el cuerpo detalladamente para detectar marcas de mordedura. Si solo se ven dos marcas, es muy probable que haya más en el lado opuesto de esa parte del cuerpo.
Sin embargo, para tratar una mordida de gato siempre hay que acudir al veterinario (o al médico de cabecera en el caso de una persona) para prevenir las consecuencias de una septicemia bacteriana. Las medidas terapéuticas siguientes son las principales:
- Cuidado de la herida: cortar y limpiar la marca de mordisco y, si es necesario, aplicar pomada antiinflamatoria. No se recomienda coser la herida, ya que las bacterias y el exudado de la herida no podrían drenarse.
- Administración de antibióticos (en forma de pomadas y comprimidos), después de realizar un test de resistencia, y analgésicos.
- Los casos de heridas graves requieren intervención quirúrgica.
¿Cómo prevenir que tu gato provoque estas infecciones?
La mejor forma de prevenir llegar a un cuadro de infección es enseñarle a nuestro gato a morder solo las cosas que nosotros le demos y no nuestras manos o cuerpo. Los gatos son cazadores así que buscaran morder y rasgar, por esta razón es importante que tengan juguetes que les permitan desestresarse y así evitar alguna consecuencia futura.
Otro punto muy importante es que, si ya nuestro gato o algún gato nos mordió, actuar de manera inmediata. Lo mejor para esto es lavar la herida con agua y jabón, además de utilizar algún tipo de crema antibiótica para evitar cualquier infección. De esta manera no deberíamos ver ningún problema en nuestra salud y poder jugar con nuestro gato de manera tranquila.
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