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Refugio de animales les da una nueva oportunidad de vida a perros discapacitados en Tailandia.

Sin duda alguna, las historias que incluyen a diferentes animales rescatados de las calles, son emotivas y demuestran que aún existen personas de buen corazón en el mundo, pero lo que hace un refugio de animales tailandés con los animales con necesidades especiales, es de realmente de admirar.

En estos tiempos de crisis mundial, miles de animales son abandonados, pierden su hogar o simplemente nacen en las calles. Pero en Tailandia, este problema está en otro nivel, ya que en la cultura de los habitantes de este país no se acostumbra a socializar con los animales sin hogar.

Sin embargo, a pesar de la falta de atención para esta clase de animales, en Tailandia hay un hombre que se hizo cargo del asunto.

Un chef sueco llamado Michael J. Baines, que vive en Tailandia, decidió ayudar a los animales sin hogar y creó un refugio para este fin. Michael es el presidente y uno de los fundadores del refugio The Man That Rescues Dogs, ubicado en Chon Buri, que se dedica a rescatar animales.

Desde que empezó su noble labor, el hombre ha logrado salvar a más de 2000 animales entre perros y gatos, que vivían en las calles. Pero lo mejor de todo es que este refugio se especializa en salvar a los animales discapacitados, y les brinda una segunda oportunidad de vida.

Michael empezó alimentando a los animales en las calles, pero luego de ver que muchos necesitaban ayuda con urgencia, decidió crear el refugio. Ahora tienen cerca de 600 animales en el refugio, lo que resulta ser una tarea muy difícil, pero gracias a sus colaboradores lo logran.

Su asistente principal, Chris Chidichimo, y 30 miembros del personal, se encargan de prestar la atención necesaria a todos los animales del refugio. Además, a parte de lidiar con los perros y gatos rescatados, como organización de rescate, diariamente atienden casos de emergencia que surgen de forma inesperada.

Chris comentó a Bored Panda:

«El mayor desafío es enfrentar diferentes situaciones que surgen inesperadamente. Tenemos nuestra rutina de alimentación, caminata, limpieza, fisioterapia e hidroterapia, cosas así. Tenemos que ser flexibles, pero definitivamente es un desafío».

Un día normal en el refugio, empieza con la caminata a las 6 am de todos los animales, incluidos los perros en sillas de ruedas. Luego de la caminata, reciben un delicioso desayuno, después llega la hora de hacer sus necesidades y por lo tanto la hora de la limpieza.

Sin olvidar que a las 7 am también sale un camión con comida para alimentar a los 350 perros de las calles en la comunidad.

Chris expresó:

«A las 10 de la mañana hacemos hidro y fisioterapia, dando a nuestros perros discapacitados ejercicio adicional. Los perros se vuelven a pasear a las 2 pm, luego se les da de comer de nuevo y luego se vuelve a limpiar».

El refugio también opera una clínica veterinaria gratuita, con dos veterinarios y un asistente que trabaja tiempo completo, y como es de esperarse, mantiene llena. Si algo tiene claro el personal de este refugio es que lo más importante son los animales, sin importar los beneficios financieros.

Cuidar a tantos perros enfermos, heridos, con discapacidades o abandonados, no solo es cansado físicamente, sino que también es agotador mentalmente. Pero por razones que son obvias, todo el personal se fortalece cuando salvan la vida de los animales necesitados y les brindan otra oportunidad.

Chris agregó:

«Le estamos dando a los perros de Tailandia enfermos, abandonados y maltratados, la segunda oportunidad que se merecen. Cuando ves a un perro paralizado en su silla de ruedas por primera vez, corriendo libre y sonriendo, es una de las mejores partes del proceso».

Debido a la crisis generada por la pandemia, muchas organizaciones que dependen de las donaciones se vieron afectadas y el refugio no fue la excepción. Pero a pesar de que las donaciones se redujeron drásticamente, el refugio siguió en funcionamiento; aunque con muchas limitaciones y restricciones que afectan directamente la labor.

Hay demasiado trabajo en el refugio, pero el personal del lugar está capacitado para afrontar todos los desafíos que viven diariamente.

Chris culminó:

«Cuando amas lo que haces, solo tienes que recordar que nuestro trabajo es para mejorar la vida de los perros y animales que están bajo nuestro cuidado».

Es evidente que el trabajo que hace Michael y el personal del refugio está enfocado en mejorar la calidad de vida de los animales. Pero sobre todo quieren que los perros y gatos discapacitados, tengan la oportunidad de tener en su vida una segunda oportunidad.

Su trabajo es admirable, por lo que si quieres contribuir con su noble labor, puedes donar a través de su sitio web.

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