No es novedad que la vida de un perrito en las calles puede traer muchos riesgos y peligros. Y lamentablemente, en muchas ocasiones terminan metidos en verdaderos apuros, que de no ser por la llegada de ángeles en el momento justo, su destino sería la muerte segura.
Esos ángeles fueron los voluntarios de Animal Aid Unlimited, en la India, quienes apenas fueron alertados de un cachorrito a punto de perder la vida atrapado en un alcantarillado cerrado, no dudaron en ir a su rescate.
Estos héroes son mundialmente conocidos por apostarlo todo por las causas imposibles, a pesar de encontrarse en un país con tan pocas oportunidades y recursos. Sin embargo, donde otros ven en un soplo de vida una muerte segura, para ellos significa una esperanza por la que luchar.
Con gran esfuerzo, tuvieron que levantar una gran losa de cemento que cubría el canal. Cuando la destaparon pudieron darse cuenta del terrible estado en el que estaba el indefenso animalito.
Sus ladridos eran lo más desgarrador de escuchar; estaba claro que estaba sufriendo tremendamente, aunque por fortuna no tenía heridas visibles.
Los rescatistas dijeron:
«Lo sacamos con muchísimo cuidado, pero enseguida descubrimos que tenía graves problemas neurológicos probablemente debido a un golpe en la cabeza»
El cachorrito de alguna manera supo que estaban ahí para ayudarlo y confió plenamente en los voluntarios, paró de llorar y permitió que lo tomaran en brazos sin oponer resistencia.
De forma rápida, lo montaron en la ambulancia para administrarle todos los cuidados que necesitaba. Le dieron fluidos y medicinas para estabilizarlo.
Al tercer día finalmente se despertó y fue capaz de probar su primer bocado, pero estaba tan débil aún que necesitó de ayuda para sentarse.
Lo llamaron Little Leo (Pequeño Leo) y apenas era capaz de ponerse de pie, perdía el equilibrio y fácilmente se caía Pero la perseverancia y el profundo amor de sus rescatistas lograron lo que parecía imposible.
Aunque el pequeño Leo estaba a salvo, todavía no podía levantarse de forma adecuada, pero su alegría de haber sido rescatado era tal que aunque se seguía cayendo, no dejaba de dar vueltas.
Sus rescatistas en realidad pensaron que nunca podría recuperarse, pero luego de varios días de círculos y caídas…
Los héroes de Animal Aid junto al vídeo del rescate escribieron:
«Después de conocer y amar la «persona» increíblemente dulce de Pequeño Leo, es especialmente difícil ver la secuencia del «antes», cuando fue rescatado casi inconsciente de una presunta lesión en la cabeza, tendido en la alcantarilla, cubierto por una losa de cemento. Su recuperación tomó solo un par de semanas, pero fue un viaje épico»
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