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Recientes estudios indican que el amor entre una mascota y su dueño va más allá de la simple compañía, ropa, juguetes y otros accesorios.
Expertos en el tema de las emociones afirman que existen diferentes tipos de amor, el amor a la pareja, el amor a los hijos, el amor a la familia, el amor a los amigos, el amor hacia las actividades, en fin, existen muchos tipos de amor, incluido el amor a las mascotas.
Siempre han existido diversos tipos de familia, sin embargo, en los últimos años ha habido una mayor apertura para reconocerlas y respetarlas. En la nueva generación de millennials, por ejemplo, hay una tendencia de evitar la paternidad y reemplazar a los bebés por mascotas, especialmente perros.
Este fenómeno ha generado tantos adeptos como opositores, quienes cuestionan si una mascota verdaderamente podría llegar a “suplir” a un ser humano y si el amor filial entre diferentes especies existe realmente. Incluso es frecuente que los miembros de este tipo de familias de diferentes especies se cuestionen si es normal querer a un perro como su fuera su hijo o si es posible sentir amor por él.
El amor filial por una mascota es normal y benéfico para ambos. La oxitocina, conocida también como la “hormona del amor”, es la responsable de desencadenar los lazos y vínculos efectivos. Una mirada entre un humano y un perro, por ejemplo, puede desencadenar la generación de esta hormona, lo que nos hace sentir un gran placer, es decir, que se crea una unión biológica como la que se crea entre padres e hijos.
¿Se puede amar a una mascota?
Este tema ampliamente estudiado por la antrozoología, campo de la ciencia que se dedica a estudiar a fondo las interacciones humano-animales, y, además, la antrozoología, se ha encargado de investigar de principio a fin el vínculo que existe entre animales y personas, para descubrir que, sí, es posible amar a una mascota y hay evidencia científica que lo respalda.
Si bien, decir que se ama a un animal de compañía es algo que podría sonar romántico/idealista o algo que se dice simplemente por decir, hay que saber, que, detrás de esta afirmación existen verdaderos sentimientos que son respaldados con evidencia científica.
En diversos estudios, como el que se publicó en 1997 titulado “Why do people love their pets?”, se ha demostrado científicamente como el cuerpo de una persona que ama a su mascota reacciona de la misma manera que una persona enamorada, y las partes del cerebro que se activan cuando una persona siente amor por otro ser humano también se activan cuando se siente amor por una mascota; además, químicamente el cuerpo humano de una persona que ama a su perro, reacciona de la misma manera que lo haría una persona que siente amor por un humano, segregando las mismas sustancias químicas (endorfinas y oxitocina) relacionadas con el amor.
Las mascotas son nuestras mejores terapeutas
Los animales son, sin duda, los mejores terapeutas para muchas de las personas. Su nobleza y su bondad no conocen límites. Por eso, hasta que no se ama a un animal, una parte del alma está dormida. Hay en nuestra alma una parte reservada para querer a un animal, para disfrutar de su amor incondicional y sus lecciones.
Porque cuando tienes un perro o un gato, la afirmación de “nunca nadie te va a querer más de lo que te quieras tú”, se hace irreal e insignificante. Porque los animales son los verdaderos maestros en esto del amor y porque cada segundo a su lado es un regalo de valor incalculable. Porque querer a un animal es una de las experiencias más maravillosas del mundo.
Ventajas de tener una mascota en casa
- Proporcionan una grata y leal compañía, sin falsas posturas.
- Nos sentimos seguros y protegidos.
- Son grandes aliados en momentos de depresión, tristeza y soledad.
- Nos ayudan a liberar el estrés y la ansiedad.
- Aumentan nuestra autoestima y autoconfianza.
- Ayudan a detectar enfermedades. En especial los perros, ya que poseen una capacidad olfativa que pueden reconocer tumores y enfermedades.
- Mejoran nuestro sistema inmune y nos ayudan a ser más felices, debido a que cuando jugamos con ellos segregamos la hormona oxitocina, relacionada con el placer y el afecto.
- Ayudan a desarrollar las habilidades emocionales y sociales de los niños.
- Mejoran nuestra salud, ya que contribuyen a aumentar el nivel de endorfinas. Son neurotransmisores responsables de la sensación de bienestar, reduciendo el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Amar a una mascota es un sentimiento permanente e indescriptible que perdura en el tiempo.
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