Si tienes un gato en casa, sabes que son especialistas olímpicos en dos cosas: dormir 18 horas seguidas y fingir que todo está bien aunque estén muriéndose por dentro (típico comportamiento felino, ¿verdad?). Por eso, reconocer las señales que indican que tu minino necesita atención veterinaria es clave para mantenerlo sano y feliz, incluso si él prefiere actuar como si no necesitara ayuda humana.
En este artículo te explico, de forma clara, divertida y con ejemplos reales, las señales más importantes que NO debes ignorar. Prepárate, porque algunos gatitos parecen fuertes, pero realmente son unos bebecitos dramáticos que necesitan ayuda a tiempo.
1. Cambios en el apetito: ni come, o come como si no hubiera mañana
Tu gato tiene un reloj interno más preciso que tu celular. Si él siempre come a la misma hora y un día no se acerca al plato… Houston, tenemos un problema.
Un gato que de repente deja de comer, incluso por 24 horas, puede estar mostrando síntomas de:
- Dolor
- Problemas bucales
- Enfermedades renales o hepáticas
- Estrés
- Infecciones
Y si ocurre lo contrario —si tu gato come más de lo normal como si tuviera un agujero negro en el estómago, también es motivo de atención. Podría indicar:
- Hipertiroidismo
- Diabetes
- Parásitos internos

2. Cambios en el comportamiento: de cariñoso a Hulk (o viceversa)
Los gatos no cambian su comportamiento “porque sí”. Cuando tu minino empieza a comportarse diferente, está tratando de decirte algo… aunque sea un poco pasivo-agresivo.
Señales importantes:
- Se esconde más de lo habitual
- No quiere que lo toquen
- Está irritable o agresivo
- Duerme aún más de lo normal (que ya es decir bastante)
- Se muestra apático, sin ganas de jugar
Un gato que cambia su comportamiento está diciendo entre líneas:
“Humano, algo me duele, ayúdame antes de que me ponga más dramático.”

3. Problemas al usar la caja de arena: alerta roja felina
Los gatos son extremadamente limpios. Si tu gato empieza a hacer cosas raras en su baño, atención:
❗ Señales peligrosas:
- Orina fuera de la caja
- Pasa mucho tiempo en la caja sin hacer nada
- Hace fuerza al orinar o defecar
- Orina muy poquito o con sangre
- Maúlla de dolor al usar la caja
Estos síntomas pueden indicar:
- Infección urinaria
- Cálculos
- Estreñimiento severo
- Obstrucción urinaria (EMERGENCIA: especialmente en machos)
Si ves a tu gato en posición de orinar, pero no sale nada, corre al veterinario. No esperes.

4. Vómitos y diarrea: no es normal si pasa muy seguido
Un vómito ocasional puede ser normal (pelos, estómago frágil, comer demasiado rápido).
Pero si tu gato vomita más de dos veces en un día, o vomita durante varios días seguidos, podría significar:
- Gastritis
- Intoxicación
- Obstrucción intestinal
- Enfermedad renal
- Parásitos
La diarrea también es una bandera roja si:
- Tiene sangre
- Dura más de 24–48 horas
- Se acompaña de vómito o fiebre
Recuerda: los gatos se deshidratan muy rápido.

5. Cambios en la respiración: cuando tu gato respira como Darth Vader
La respiración de un gato sano es silenciosa y suave.
Si notas:
- Respiración acelerada
- Jadeo (los gatos NO jadean como los perros)
- Sonidos raros: silbidos, ronquidos fuertes, gruñidos respiratorios
- Boca abierta al respirar
Entonces es motivo de consulta urgente.
Estos síntomas pueden indicar:
- Asma felina
- Insuficiencia cardíaca
- Infecciones respiratorias
- Alergias severas

6. Cambios en el peso: subidas o bajadas repentinas
Un gato puede engordar lentamente y casi no lo notas… hasta que un día lo ves tratando de lamerse la espalda y no puede. Pero si el peso cambia rápidamente, es otra historia.
Pérdida rápida:
Puede indicar enfermedades graves como:
- Cáncer
- Diabetes
- Problemas gastrointestinales
- Enfermedad renal
- Hipertiroidismo
Aumento rápido:
Puede deberse a:
- Retención de líquidos (muy grave)
- Problemas hormonales
- Sedentarismo extremo
Cualquier cambio brusco requiere atención.

7. Problemas en la piel y el pelaje: un gato debe brillar como diamante
Si tu gato de repente parece:
- Opaco
- Desaliñado
- Con caspa
- Con zonas sin pelo
- Rascándose todo el día
Puede estar sufriendo de:
- Alergias
- Pulgas
- Ácaros
- Dermatitis
- Problemas hormonales
Cuando un gato deja de asearse también puede ser una señal de dolor.

8. Ojos, nariz y oídos con secreciones: señales que NO son normales
Los ojos del gato deben ser brillantes y limpios; su nariz húmeda; sus oídos sin mal olor.
Pero si notas:
- Legañas verdosas
- Ojos hinchados
- Nariz con moco espeso
- Estornudos constantes
- Oídos con mal olor o cera negra
Puede tratarse de:
- Infecciones
- Virus respiratorios
- Otitis
- Alergias
Los gatitos son expertos en contagiarse “resfríos felinos”.
9. Cojera o dificultad para moverse: algo le duele
Si tu gato:
- Cojea
- Evita saltar
- No quiere subir a su lugar favorito
- Camina más lento
- Se queja cuando lo tocas
Puede estar sufriendo:
- Lesión
- Artritis
- Golpe
- Dolor muscular
- Inflamación
Los gatos son maestros en ocultar el dolor… si lo notas, está sufriendo MUCHO.
10. Maullidos extraños o excesivos: tu gato está tratando de decirte algo
Si tu gato empieza a maullar como si te reclamara por no pagarle la mensualidad, ojo:
Los maullidos excesivos pueden significar:
- Dolor
- Ansiedad
- Problemas cognitivos (en gatos mayores)
- Hambre
- Estrés
- Enfermedades hormonales
Un maullido diferente es un mensaje directo: algo no está bien.

Conclusión: Tu gato confía en ti, aunque no lo admita
Los gatos pueden parecer independientes, orgullosos y autosuficientes… pero la verdad es que necesitan que prestemos atención a sus señales, porque ellos no pueden decirnos con palabras que algo les duele.
Si notas alguna de las señales de esta lista, no esperes.
Tu minino te lo agradecerá (a su manera, probablemente con un parpadeo lento y un ronroneo tímido).
Y recuerda: llevarlo al veterinario no solo es prevención, es un acto de amor.
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